Pero una fuerza me vino
corriendo con desespero
y las dos luchamos juntas
contra el bicho traicionero.
Otra tarde de verano y el párkinson

Pero una fuerza me vino
corriendo con desespero
y las dos luchamos juntas
contra el bicho traicionero.
Quiero ser una sirena que vive en el mar y que se adentra en la tierra cuando quiere caminar.
Pero cuando no puedo hacerlo
me enfado como todo el mundo,
que lucha contra algo que vive sin haberlo llamado.