La rehabilitación motora consiste en potenciar la plasticidad sináptica para que nuestro cerebro sea resolutivo ante las dificultades de movimiento. Por eso la constancia, la repetición, en el ejercicio no es estéril.
Neuroplasticidad

La rehabilitación motora consiste en potenciar la plasticidad sináptica para que nuestro cerebro sea resolutivo ante las dificultades de movimiento. Por eso la constancia, la repetición, en el ejercicio no es estéril.
La dificultad de planificar no sólo afecta a organizar tareas sino también a al movimiento.
Ser mujer es una lucha, con el diagnóstico de la enfermedad de Parkinson, la lucha aumenta en 100.
Emocionalmente nunca me he sentido tan robada. Y un día te despiertas sin familia, sin dinero, sin poder ir a trabajar porque el cuerpo no chuta. ¿Qué es lo que tengo? ¿Párkinson? ¿Eso qué es? Un día, sola en casa, cuando yo creía que no podía caer más bajo, empecé a leer artículos sobre pacientes cuyas historias se parecían a la mía. Fue como identificar una pesadilla. Fue tal el impacto que no podía caminar.
La aceptación me ha facilitado su gestión, su previsión y remedio, si lo hay, incluso le he dado a mi neurólogo más herramientas. Pero, sobre todo, estoy más relajada, menos comprometida con la imagen y más con mi cuerpo. Me gusta. Y, ¿vosotras? ¿Qué síntomas queréis decir pero no os atrevéis a explicar?
Soy mujer, tengo párkinson y ahora no trabajo porque la actividad laboral no es compatible con mi sintomatología. Y a pesar de esta encrucijada que me sitúa en el lugar de los débiles, el único espacio en el que quiero estar es en el de mi persona.
Muchas personas han aceptado el reto y se han puesto en nuestra piel un minuto. Gracias, nos ha emocionado. Estamos menos solas. Gracias. Nosotras seguiremos, con el reto y con lo que haga falta, ESTAMOS AQUÍ GENTE, acepta el desafío y difúndelo.
Para mí fue muy importante entender mi enfermedad desde un punto de vista racional. Abstraerme de todas las emociones y sensibilidades que me provocaba la nueva situación y tener una actitud curiosa hacia esto que ocurría dentro de mi cabeza.
Que las chicas son guerreras lo sabemos desde que lo cantó Jesús Albeniz en 1978 con los roqueros de Coz y desde que paramos todas aquel 8 marzo histórico de 2018. Desde luego, somos nitroglicerina y sabemos echar el freno y apearnos del mundo. No os ofendáis caballeros, machotes, compañeros en realidad. Pero es que las mujeres hemos tenido que gritar mucho. No como histéricas sino como hartas.
El enfermo de párkinson no espera que nadie lo salve, ni que su pareja se comporte como un neurólogo o un fisioterapeuta o un enfermero. Comunicación es también compartir, al mismo nivel, las dudas e incertezas que surgen durante la vida. Nadie es perfecto.